Iago Jover Mariño dirige el departamento de Innovación de Roberto Verino. Defiende un uso de la tecnología a favor del ser humano, predice la llegada del metaverso como un espacio digital más natural e insiste en el impacto positivo que todos deberíamos dejar en este mundo.

Según la creencia popular, en una empresa se usa la tecnología para alcanzar una mayor producción en un menor número de tiempo.

Quizás en el fast fashion sea así, pero la tecnología debe tener un enfoque humano. Es un vehículo más que te permite desarrollar tu trabajo con una mayor precisión. En Roberto Verino hemos entendido siempre la innovación como una herramienta crucial para alcanzar la máxima excelencia artesanal. Porque defendemos que la moda es un oficio artesano, aunque eso no significa que deba ser únicamente manual. ¿Los artesanos no disponen de utensilios? Pues en la moda la tecnología y la innovación son unas herramienta más.

Abogan por la artesanía y las prendas atemporales. ¿Roberto Verino emprende un nuevo rumbo?

¡Lo llevamos haciendo cuarenta años! Nunca entendimos la moda de usar y tirar.

Pero querrán vender.

Claro, como toda empresa. No somos una ONG. Pero defendemos que lo importante de la moda es entenderla como una inversión. Esa prenda que tú compras y te dura diez, veinte o cuarenta años porque crece contigo. Eso es lo que verdaderamente significa la moda. Moda va de sentirse uno mismo, no de elementos para encajar en aquello o en lo otro.

Como experto en innovación explíqueme, porque no me aclaro, ¿qué es el metaverso?

El metaverso es una plataforma más y, como toda plataforma, no tiene un desarrollo lineal. Cuánta más gente la use, más gente la querrá utilizar. De Facebook pasamos a Instagram y ahora muchos migran a TikTok. Entendemos que el siguiente paso será el metaverso. ¿Por qué? En las plataformas digitales queremos sentirnos identificados, evolucionamos hacia redes más naturales. El siguiente paso para sentirse uno mismo en un espacio digital es el metaverso, un lugar virtual en el que podrás desarrollarte a través de un avatar.

Ahora mismo puedo visitar una reconstrucción exacta de la exposición CuarentaxDiez, pero aprovechando sus conocimientos, ¿a dónde podremos llegar? ¿Me probaré pantalones de Verino en el metaverso? ¿Visitare la fábrica?

Estamos desarrollando un plan que se irá materializando en los próximos meses. La idea, lo que buscamos, es poder compartir nuestro día a día. Hemos digitalizado la exposición de los cuarenta años y, de esta manera, cualquiera puede vivir la experiencia. El metaverso te permite entrar en las propias fotografías y es como si fuese el día del shooting de hace tres décadas. Al final, lo que nosotros queremos hacer con la tecnología es preservar, archivar lo más importante, esos momentos tan sentimentales como icónicos. Los seres humanos somos sentimientos y lo importante es aquello que guardamos y perdura en el tiempo.

En Internet existen unos vídeos suyos de niño jugando al Minecraft, construyendo en un universo virtual.

¡Me encantaba jugar al Minecraft! Es una gran plataforma, el metaverso de hace diez años. Ahí se ve claramente dos características que me definen: una búsqueda de crear, de innovar y un afán por querer educar, por compartir y crecer juntos.

De Tokio a Verín, ¿sufre el síndrome del doctor en Alaska?

De Tokio a Verín hay un trecho, no voy a mentirle a nadie. Y hombre, definitivamente, hay mucha diferencia pero, al mismo tiempo, me siento muy arropado y contento. Verín es un sitio mágico con mucha capacidad y energía. La verdad es que me enorgullece poder vivir aquí y defender este proyecto desde el propio Verín.

Más allá de Roberto Verino, ¿cómo era su visión del abuelo?

Mi abuelo siempre ha sido una persona muy familiar, de reuniones y cumpleaños. Le encantaba contarnos historias como, por ejemplo, cuando se marchó a París. A mí me fascinaban sus aventuras y esas batallitas me han alimentando. Como decía Steve Jobs: No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante. Solo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Aquellas historias eran semillas que él iba plantando. Ahora todo tiene sentido.

En una sociedad donde interesa el objeto y lo material, usted pronuncia una frase que me sorprende: yo lo que quiero es aportar algo bueno al mundo.

No quiero ponerme espiritual, pero es que no entiendo otra forma de vivir la vida. ¿Por que estás en el mundo si no es para hacerlo un poquito mejor para todos? Mal ya está y, según la teoría del caos, seguro que va a empeorar. ¡Hay que hacer todo lo posible por aportar un granito de arena. Deberíamos intentar no ser tan cínicos: ¿Para que voy a votar si todos son unos corruptos? ¿Para que voy a a reciclar si nadie recicla? ¡No! Los pequeños impactos son realmente importantes y todos tenemos la capacidad de hacer un cambio positivo. Hay que dejar un impacto positivo e intentarlo cada día.