En pleno corazón de la ciudad histórica, donde los turistas comienzan poco a poco a llenar las calles, una joya escondida hasta ahora reservada para unos pocos ya está abierto al público general. El hotel The Tailor’s Garden, un pequeño alojamiento con encanto situado en el casco antiguo de Santiago de Compostela, ha decidido abrir su jardín interior a todos los visitantes, incluso a aquellos que no se alojen en sus habitaciones.
Este gesto, que sus propietarios describen como una invitación a “redescubrir lo local”, ofrece a los compostelanos y gallegos en general una oportunidad perfecta para disfrutar de un rincón de calma y vegetación justo antes del auge de la temporada turística.

“El jardín siempre fue un espacio muy especial para nosotros y nuestros huéspedes, pero ahora queremos que también lo disfruten quienes viven en la ciudad”, explican desde la dirección del hotel.
Y no solo es el entorno el que invita a la visita. El jardín ahora cuenta con una pequeña carta de cócteles de autor, muchos de ellos con un distintivo sabor gallego. “Tenemos opciones con y sin alcohol. Desde un mojito elaborado con ron macerado en grelos hasta uno que llamamos Miña Ruliña, con Licor de Toxo”, detallan. Además, también se ofrece una cuidada selección de vinos, cafés y otras bebidas para quienes deseen pasar un rato tranquilo rodeados de vegetación y buena conversación. Eso sí, el desayuno sigue siendo un privilegio exclusivo para los huéspedes del hotel.

Uno de los detalles más llamativos del lugar es su decoración: antiguas máquinas de coser que aparecen repartidas por distintos rincones del jardín. Lejos de ser un simple elemento decorativo, estas piezas tienen un fuerte vínculo con la identidad del hotel. “La razón por la que tenemos una colección de antiguas máquinas de coser en The Tailor’s Garden está profundamente vinculada al espíritu del hotel y su nombre”, explican. “Santiago es una ciudad con una rica tradición artesanal, y queríamos rendir homenaje al trabajo meticuloso de los sastres. Cada máquina representa ese cuidado por los pequeños detalles que tanto valoramos”.
Con este gesto, The Tailor’s Garden no solo abre su espacio, sino también su filosofía: ofrecer un lugar donde la historia, la calma y el mimo por lo artesanal inviten a detenerse un momento y disfrutar.





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